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Nov/09
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Peculiar día de muertos chilango o flotando pa ver la obra

He crecido con una fuerte presencia del día de muertos en mi vida. Mercados colores, aromas, historias, leyendas, música y claro los ofrendas y los aromas y sabores en casa. Sin embargo como muchos seres urbanos el día a día mi estilo de vida llevan varios años a ser un mero espectador.

Este año una gran amiga me invitó a ser un espectador mas activo y nos lanzamos con un plan no muy claro a  buscar sitios como el museo dolores olmedo, (algo en ) Xochimilco y la UNAM. Sitios en los que gran des ofrendas o exposiciones especiales fueron instaladas.

Como buen plan chilango todo empezó un poco fuera de tiempo, con trafico que amenazaba con transformar breves trayectos en horas y un esbozo de un plan que al fin de cuentas soló se cumplió parcialmente.

La primera escale fué el museo Dolores Olmnedo, precios bajos y  la promesa de una gran expro de día de muertos nos atrajo junto con una incontable cantidad de chilangos a pretender ver la exposición. en las calles aledañas se intercalaban autos estacionados y letreros de no estacionarse. Por algunos metros la cuenta era uno a uno y los letreros estaban literalmente frente a cada auto. Después solo autos por varias decenas de metros y finalmente un prometedor estacionamiento gratuito para el cual se quería un pase que pos su puesto no teníamos. un muy peculiar policía de aspecto normal nos sorprendió con discurso en español bastante correcto y formal del cual la única parte de «calo» chilango» que recuerdo fue la muy elegante y clara solicitud de dinero «Pal-Chesco».

Una vez sin auto nos unimos a arroyos de gente en el museo. La fila para la expo de día de muertos era larguísima y como buenos neuróticos abandonamos la intención de ver esa expo y nos lanzamos al resto del suntuoso museo. una rápida mirada a la expo del Corcito que pintaba chiquito y de hecho dibujaba mucho mas de lo pintaba y lugo a la casa de la Doña. Aun estas áreas estaban rebosantes de visitas fuimos a una ala de la mansión dedicada a cosas de oriente de «la señora» de cual aun no se gran cosa pues la wikipedia fue menos completa de lo que suponía. Piezas y piezas de marfil se abalanzaban ante nuestro ojos y algunas otras cosas con alarmas de proximidad chillando a cada momento en una u otro esquinas y variada fila de personas que serpenteaba por cada rincón de las recamaras. los patios de la casa estaban a tono con el derroche del interior pero con cosas mucho mas gratas unos tremendos pavo-reales y arboles y plantas perfectamente cuidados. Después del shock de las riquezas acumuladas y derrochadas por Dolores O. y ver que había áreas aun mas grandes de la casa llenas de cosas prehispanicas salimos hacia Xochimilco a ver que mas encontrábamos.

Sin tener un destino claro y preguntando por eventos de los que los propios Xochimilcas no parecían tener mucha idea anduvimos un poco a ciegas hasta que vimos tremenda muerte en trajinera en medio de una rotonda.

En el primer minuto de intentarlo encontramos milagrosamente un estacionamiento en una calle angosta en al que no había banqueta de un lado, era apenas del ancho de dos autos y uno de esos «carriles2 estaba lleno de autos estacionados mientras que en el otro pasaban coches y los no muy diminutos Microbuses en ambos sentidos. En fin después de varias maniobras estábamos viendo a la dichosa muerte en trajinera que la verdad era grande pero no era la gran cosa. Afortunadamente un par de preguntas despues nos enfilamos a un embarcadero lleno gente para comprar boletos para la obra «regreso a mixtlan(lugar de los muertos)». Después de un rato nos avisan como a las 6:50 que ya no hay boletos para la función de las 7:00 que habría que espera a las de las 9:00 o a ver si se hacia un huequito en la de las 7:00.

El surrealista orden chilango nos tenía en un a fila para boletos de las 7:00 que ya no había y a otro de nosotros tratando de comprar boletos para las 9:00 directo en en otro punto de la taquilla ya que para esos no había que hacer fila. Al final de cuentas terminamos con boletos de las 7:00 sin hacer fila. Antes de embarcar inicio la lluvia y nos mojamos bastante gracias al caos, que nos acompañó unos minutos mas, por lo que subimos a dos o tres trajineras llenas antes de encontrar una con espacio.

Así pues ya con el cielo oscuro y el agua cayendo sobre nosotros nuestro «lanchero» nos guió junto con algunos desconocidos por medio de los mágicos canales de agua verdosa y fértiles chinampas entre casas, invernaderos, huertas y arboles fuimos bajo la tormenta rumbo a obra. A pesar del peculiar ambiente seguíamos en pleno DF y nuestro lanchero se lanzo como todo un cafre del volante (solo que este caso era un poste con el que impulsaba la lacha en fondo del lago) a rebasar una que otra trajinera. Finalmente llegamos hasta un grupo trajineras alineadas una junto a otra frente a una chinampa con luces y una base de pirámide de utileria. nos toco una vista ya bastante lateral, pues como recordaran sarpamos cuando ya no habia boletos para esa función.

Sea como sea estábamos ahí en la segunda llamada en medio del agua flotando para ver la obra. La tercera llamada llego y se fue perfectamente ignorada porque entre la segunda y esta llego otra trajinera que vendía al menos: atole, ponche y quesadillas. Con la mojada y el frió que empezaba a calar nadie dejo pasar la oportunidad de llenar la panza con algo calentito y la obra empezó mientras en el publico pedíamos uno de cajeta y dos queso. La masa de gente reunida en un extremo de la trajinera también ayudo a lanchero a sacar con un «toper» el gua que ya había inundado todo el piso de la embarcación. El agua era afortunadamente producto de la lluvia y no de una fuga en el piso pero aun así amenazaba con enfriar los pies de los ya medio fríos tripulantes.

La obra tuvo sus altibajos pero tenia una producción bastante generosa con música en vivo muchos actores, vestuario y marionetas gigantes e incluso un poco de fuegos artificiales sy buena iluminación aunque el sonido dejaba algo que desear. Resulto ser la representación de una serie de leyendas de espantos prehispánicas y mexicanas, también con un episodio de la conquista y algunos otros episodios que no entendí del todo.

La obra duro 2 horas y el frió empezó a ser una ligera tortura pero con todo y la vivencia fue fantástica, el lanchero no falto a su costumbre y nos llevo de regreso al embarcadero a toda velocidad e incluso atraco metiéndose entre dos trajineras que también estaban llegando y cuyos pilotos insistian en que el nuestro que llegara a un lado y no en medio. Rematamos la noche con unos buenos tacos al pastor y un gran gusto por haber estado flotando entre los vivos este día de muertos.

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